Tierno GalvanApple ha sido reconocida como una empresa comprometida con el impacto ambiental, aunque surge la pregunta de cuán amigables son los iMac con el medio ambiente. A pesar de que la organización ha reducido su huella de carbono en años recientes, la creación de un iMac todavía causa un impacto considerable en el ecosistema. Este artículo investiga la realidad sobre los componentes, la fabricación y el ciclo vital de un iMac.
Componentes y huella de carbono durante la fabricación
Producir un iMac implica el uso de materiales como aluminio, vidrio y elementos raros, además de requerir mucha energía. Según Apple:
✔️ Aluminio reutilizado: Los modelos más recientes incorporan hasta un 100 % de aluminio derivado de procesos de reciclaje.
✔️ Materiales plásticos y uniones inofensivas: Se han eliminado sustancias dañinas como el mercurio y el PVC.
✔️ Energía sostenible en la producción: Apple ha logrado que varias de sus fábricas utilicen energías renovables, aunque algunos proveedores aún recurren a combustibles fósiles.
Eficiencia energética: ¿Realmente es eficiente?
Los nuevos iMac han demostrado avances en términos de eficiencia energética e impacto ambiental:
🔹 Disminución del consumo en reposo: Con procesadores como el Apple Silicon, la energía usada en modo de espera es considerablemente menor que en versiones previas.
🔹 Certificaciones ecológicas: Los modelos recientes cumplen con normas como Energy Star.
🔹 Modo de ahorro de energía en macOS: Facilita la reducción del consumo energético cuando no se requiere un alto rendimiento.
¿Qué sucede con el iMac al final de su vida útil?
Uno de los mayores desafíos en el ámbito tecnológico es la creciente cantidad de residuos electrónicos:
🟢 Programa de reciclaje de Apple: La empresa facilita la entrega de aparatos antiguos para su reciclaje.
🟢 Dificultades en reparaciones: Apple ha recibido críticas por complicar el proceso de reparación de sus dispositivos, lo que provoca un aumento en la generación de residuos electrónicos.
🟢 Duración y soporte de software: Un iMac puede funcionar más de 10 años si se mantiene adecuadamente, lo que disminuye la necesidad de sustituciones frecuentes.
A pesar de los avances de Apple en materia de sostenibilidad, la producción de un iMac todavía presenta un impacto ambiental significativo. La mejor forma de reducir este efecto es optar por reparaciones y actualizaciones en lugar de reemplazar el equipo de manera prematura.
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